La Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República celebró su Colación de Grado 2025, reafirmando un mensaje clave para el país: Uruguay necesita más ingenieras e ingenieros, y más inversión para sostener su formación.
El 10 de diciembre se realizó la ceremonia en la que estudiantes, docentes, egresados/as y sus familias celebraron el logro académico de una nueva generación. Este año fueron convocadas 421 personas egresadas, superando las 350 invitaciones de 2023 y las 332 de 2024. Al considerar posgrados, títulos intermedios —como Analista en Computación— y las carreras compartidas con otras facultades e instituciones, el total de titulaciones con participación de la Fing asciende a cerca de 650 en el último año calendario.
Un país que necesita más ingenieras e ingenieros
Según estudios de la Unesco, la Asociación de Ingenieros del Uruguay y los análisis institucionales de Fing, la falta de profesionales altamente formados/as es hoy una limitante para el desarrollo productivo, tecnológico y energético del país.
Este año 2025 el planteo se reafirma: la Facultad está formando más profesionales que nunca, pero el país sigue lejos de alcanzar la masa crítica necesaria.
El decano Pablo Ezzatti remarcó que “la falta de personal altamente formado puede convertirse en una limitante seria para el desarrollo del país” ; subrayó que aumentar la participación de mujeres en todas las áreas de la ingeniería es un desafío urgente.
Aunque la cantidad de egresos ha crecido en forma sostenida, persisten déficits en varias especialidades estratégicas. Entre ellas, la Ingeniería en Agrimensura y la Ingeniería Hidráulica y Ambiental, dos formaciones claves para comprender y transformar el territorio.
Ingeniería en Agrimensura: medir, representar y entender el territorio
“La Agrimensura es una mezcla única de ciencia, tecnología y sentido práctico.” Jorge Faure, director del Instituto de Agrimensura.
La Ingeniería en Agrimensura integra conocimientos de geodesia, geomática y tecnologías de medición para describir y analizar el territorio. Sus profesionales generan información esencial para obras civiles, catastro, infraestructura, monitoreo ambiental y planificación urbana.
La geodesia estudia la forma y dimensiones de la Tierra, mientras que la geomática aplica herramientas como GPS, drones, sensores remotos y sistemas de información geográfica para obtener y procesar datos espaciales.
En Fing, la carrera ofrece formación en levantamientos topográficos, cartografía, fotogrametría, geodesia satelital y gestión de información territorial. El campo laboral es amplio y abarca desde proyectos de infraestructura hasta energías renovables, monitoreo costero y ordenamiento territorial. El docente Jorge Faure afirma que “es una rama de la ingeniería que se nutre de diferentes áreas y vos, como egresado, podes buscar la que más te guste”.
Agrega, además: “Es una carrera que tiene pleno empleo desde el momento que son estudiantes, el que quiere tiene trabajo. No existe chance de que no consiga trabajo. Y lo mismo sucede cuando egresás. No conozco un colega que no esté trabajando. Es más, se hacen llamados y en muchos lugares no se presentan porque todos tenemos trabajo.”
Ingeniería Hidráulica y Ambiental: soluciones para los desafíos del agua y el ambiente
“Hoy faltan ingenieros hidráulicos ambientales. Hay mucho campo en Uruguay y en el mundo.” Juan Sanguinetti, docente de Fing.
La Ingeniería Hidráulica y Ambiental aborda el estudio y diseño de sistemas vinculados al agua, otros fluidos y el ambiente en general. Combina una sólida base científica con herramientas avanzadas para enfrentar desafíos como el saneamiento, la gestión del agua, el drenaje urbano, la erosión costera, los impactos ambientales y la adaptación al cambio climático.
En el componente ambiental, las y los profesionales evalúan efectos en el suelo, aire, agua, ecosistemas y sociedad, tanto en construcción como en operación de obras. En el área hidráulica, trabajan en abastecimiento de agua potable, redes de saneamiento, modelación física y numérica, infraestructura costera y control de inundaciones.
“Nuestro campo de trabajo es muy amplio. Si bien el título es hidráulico, nosotros trabajamos con todos los fluidos, no solo agua, sino con muchos otros sistemas. Nos ha tocado trabajar temas de petróleo, aceite, gases. Hoy en día prácticamente todos los proyectos de cualquier cosa que se construya tienen un componente ambiental.” afirma Sanguinetti.
El campo laboral continúa expandiéndose en Uruguay debido a nuevas regulaciones, la necesidad de infraestructura y la importancia creciente de la gestión ambiental. Como señaló Juan Sanguinetti, se trata de una profesión que “permite trabajar en proyectos muy variados, innovar y enfrentar desafíos nuevos todo el tiempo”.
Más inversión para sostener la formación de calidad
El crecimiento de la matrícula, de unos 1.000 ingresos en el año 2000 a cerca de 2.500 en 2025, y el incremento de egresos plantean nuevos desafíos para sostener la calidad educativa en la universidad pública. Para fortalecer laboratorios, ampliar capacidad docente, actualizar equipamiento y mejorar servicios estudiantiles, Fing necesita un presupuesto acorde a las demandas del país.
La Facultad aspira a acompañar el dinamismo tecnológico y alcanzar, en los próximos años, el título número 25.000. Para lograrlo, el sistema político y la sociedad deben comprometerse con una inversión sostenida en educación superior científico-tecnológica: un componente esencial del desarrollo nacional.
